En los últimos días hubo muy pocos contagios de dengue en Tucumán. Pasó lo peor. Sin embargo, lo que hagamos de ahora en adelante marcará nuestro futuro frente a la enfermedad que transmite el Aedes aegypti. Estos mosquitos son un integrante más en las familias tucumanas. Los monitoreos demuestran que están en la mayoría de las casas, nos esperan en los cementerios y se multiplican en las gomerías y en las chatarrerías. Por eso, los especialistas aclaran que si este invierno no trabajamos para eliminar sus criaderos, la próxima epidemia podríamos pasarla muy mal. Este año nuestra provincia registró el peor brote de la historia con más de 6.200 casos.
¿Cuál es la mejor manera de atacar los Aedes aegyti en los períodos interbrotes? La pregunta siempre genera polémica entre quienes están a favor o en contra de las fumigaciones, la acción más utilizada para combatir el mosquito. La bióloga Laura Harburguer, que lleva casi 15 años de estudio en el Departamento de Investigaciones de Plagas e Insecticidas (Dipein), tiene algunas respuestas: “se necesitan muchas acciones y no una sola. El dengue nos exige un manejo integrado: medidas jurídicas, educativas y finalmente de control. Nada es mágico”.
La especialista sostiene que fumigar debe ser la última medida a utilizar, y que debe llevarse a cabo cuando sabemos que hay casos de dengue en un lugar y no durante los períodos interbrotes. “Tirar insecticidas por las dudas no sirve de nada; es como darle un antibiótico a alguien que no está enfermo. Son acciones que contaminan el ambiente y generan resistencia en los insectos. Lamentablemente, las fumigaciones se han convertido en la primera línea de combate por una cuestión política y casi nunca son eficientes. Si están bien hechas, con las máquinas adecuadas, con personal capacitado y los productos correctos, sí sirven. Pero esto no sucede en la mayoría de los casos”, resaltó.
Eliminar criaderos
Harburguer también dijo: “es un mito que los insecticidas sólo matan mosquitos adultos. También se pueden usar larvicidas, muy efectivos para exterminar Aedes en sus estados inmaduros”. “Eliminar los criaderos de este insecto sigue siendo la medida más eficaz. Pero para esto se tiene que involucrar la comunidad y eso no ocurre”, evalúa. Está convencida de que un gran avance sería que la enfermedad apareciera en los manuales escolares para que los chicos comenzaran desde pequeños a estudiar los mosquitos y así tomaran conciencia de cómo pueden prevenir los contagios.
“La gente puede reconocer el mosquito adulto, pero no una larva. ¿Cómo podemos pedirle que elimine los criaderos si ni siquiera sabe lo que está buscando?”, plantea la experta, que desde 2006 se especializa en control de Aedes aegypti. “Cuando se vaya el coronavirus habrá mucho por hacer”, adelanta.
Ojo con los cementerios
Tucumán fue la cuarta provincia con más incidencia de dengue en esta epidemia, la más importante que sufrió nuestro país. Este año se registraron 48.117 casos, mientras que en 2016 hubo 40.758, detalló el Boletín Epidemiológico Nacional.
Julieta Migliavacca, jefa del Departamento de Prevención de Riesgos Ambientales, contó que, aunque bajó la temperatura, todavía hay mosquitos portadores de dengue. Se han presentado algunos casos sospechosos durante la última semana, pero la mayoría de los análisis han dado negativo, remarcó.
Ahora que se está terminando la epidemia, según la funcionaria, es el momento ideal para seguir luchando contra el mosquito. “Volvieron a abrir los cementerios y seguramente muchos concurrirán con motivo del Día del Padre; les pedimos por favor que no utilicen más floreros”, enfatizó.
Esta semana, el Siprosa estuvo trabajando en los camposantos, eliminando los recipientes con agua y colocando larvicidas en floreros que no se pueden sacar o en espacios que acumulan líquidos, como las fosas. “Los cementerios son considerados un lugar crítico porque hay muchos criaderos del mosquito. En San Miguel de Tucumán hay una ordenanza que prohíbe los floreros con agua, pero es una práctica habitual de la gente, muy difícil erradicarla”, señaló la ingeniera Migliavacca.
Durante los próximos días se efectuarán controles en estaciones de servicio, empresas de colectivos y gomerías. Aplicarán larvicidas, especialmente en los neumáticos, donde el agua suele quedar estancada.
Avances: desarrollan un larvicida para agua potable
Una buena noticia que se conoció en los últimos días: el INTA desarrolló un poderoso biolarvicida que ayudará a combatir las larvas del mosquito Aedes aegypti, transmisor del dengue. La novedad radica en que la industria dispondrá de un producto tan eficaz como uno importado, pero desarrollado con insumos más económicos y de fácil acceso local. El líquido es seguro tanto para las personas como para los animales, explicaron voceros del INTA. Incluso puede ser utilizado en agua potable siempre que se respetan las indicaciones y las dosis recomendadas. Además puede usarse de manera permanente. Pronto saldrá a la venta, se anunció.